martes, 16 de julio de 2013

Minitarta de frambuesas, cerezas y nata, y minibrownies con cereza.


Aquí tenéis los postres que hice para celebrar mi cumpleaños (¡por enésima vez!) este fin de semana. Una minitarta de frambuesas, cerezas y nata, y unos minibrownies con cereza (¡que es temporada de cerezas y hay que aprovecharlo!). 

Mal está que lo diga yo, pero la tarta estaba rica rica :) Un clásico, nata y frutos rojos, hay poca gente que pueda decir algo en contra de los ingredientes. Una apuesta segura, vaya. En este caso la decoración es más clásica, imitando a las pastelerías de toda la vida. Acabado lisito, y manga pastelera con boquilla de estrella. ¡Sencillo sencillo!


De los brownies, pues qué decir, que en mi cumpleaños no puede faltar el chocolate. ¡Con un poquito de helado de vainilla están de muerte!


Ahora sí, las recetas: 

Minitarta de frambuesas, cerezas y nata (¡¡Receta mía!!)

Ingredientes (todo para una minitarta, si queréis una más grande, duplicad las cantidades): 

Para el bizcocho: 50g de mantequilla ablandada, 75g de azúcar, 1 huevos, 90g de harina, 1/2 cucharadita de levadura en polvo, 25ml de leche, aroma de vainilla al gusto (opcional), 

Para el relleno: dos puñados de cerezas y un bote de mermelada de frambuesas.

Para la decoración: 300gr de nata para montar, 100gr de azúcar y unas cuantas cerezas enteras deshuesadas.

Para el almíbar: media tacita de agua y media tacita de azúcar. 


Preparación

Comenzamos con el bizcocho: Precalentar el horno a 175ºC. Batir la mantequilla y el azúcar hasta obtener una crema. Incorporar los huevos, de uno a uno y sin dejar de batir. Mezclar la harina con la levadura, y poco a poco, y de forma alterna con la leche, incorporar la mezcla a la crema. Incorporar el aroma. Engrasar con mantequilla y enharinar el molde, y echar la masa de bizcocho. Hornear hasta que al pinchar con un palillo éste salga seco. 

Mientras se hace el bizcocho, hacemos el almíbar. Para ello, hay que poner en un cazo la media tacita de agua junto con la media tacita de azúcar. Encendemos el fuego, y cuando rompa a hervir esperamos un minuto y retiramos. Lo dejamos enfriar completamente antes de usarlo. 

Cuando el bizcocho esté hecho, lo sacamos del horno y tras un par de minutos que asiente, desmoldamos y lo dejamos enfriar por completo sobre una rejilla. Cuando se haya enfriado, lo cortamos en tres capas. 

Comenzamos a montar la tarta: colocamos la primera capa de bizcocho sobre el plato o la base en la que queramos servir la tarta. Lo pintamos con el almíbar, y ponemos una capa de mermelada de frambuesas y la mitad de las cerezas para el relleno, deshuesadas y partidas por la mitad. Ponemos la siguiente capa de bizcocho, y repetimos el proceso (almíbar, mermelada, la otra mitad de las cerezas). Ponemos la tercera capa y pintamos con almíbar.

Montamos la nata con el azúcar. Para que monte bien, la nata debe de estar fría, y si el bol o vaso de batidora en el que la vamos a montar ha estado un rato en el frigorífico, mejor. Sobre el punto de la nata: tiene que estar durita para que no se baje, pero si tenéis un robot o máquina que monta solo, no lo dejéis y os olvidéis de mirarlo, porque la nata se corta. En cuanto veamos que esté, hay que parar de batir y meterla al frigorífico hasta que la vayamos a usar para que no baje. 

Cubrimos la tarta con la nata con la ayuda de una espátula, con cuidado para no manchar la nata de mermelada (debemos reservar un poco de nata para los adornos finales). Intentamos que quede más o menos lisa, y como acabado final (solo como acabado final, sino derretiremos la nata) calentamos una espátula bajo el grifo de agua caliente, y tras secarla la pasamos sobre la tarta, primero por los lados y luego por arriba, siempre de fuera hacia dentro. Una vez que tengamos la tarta cubierta de nata bien lisita, ponemos la nata restante en una manga pastelera con boquilla de estrella, y hacemos unos rosetones arriba (haciéndola girar de dentro hacia fuera, trazando una espiral) y unas estrellitas en la base (apoyanmos la manga de forma perpendicular a la tarta, y sin moverla, apretamos un poquito; cuando se haya formado la estrella, dejamos de apretar y nos retiramos hacia atrás). Terminamos la decoración con las cerezas enteras deshuesadas. 


Para los minibrownies con cereza, me remito a la receta de brownie que ya dí en esta actualización, pues es la misma pero poniendo una cereza encima de cada minibrownie antes de meterlos en el horno. 


¡¡Fin!! Hasta pronto ;)

sábado, 6 de julio de 2013

Tarta de queso philadelphia con base de cookie gigante.


Esta es una receta que llevaba tiempo queriendo hacer. Fácil, rápida, pocos ingredientes y en principio no requiere horno (Sí lo requiere si queréis hacer la base más rica, pero en principio no hace falta). 

Me animé a hacerla porque el último día de mi curso (actualizaciones de mi curso aquí, aquí y aquí) volví con un tupper de masa de cookies con chips de chocolate (masa sin hornear, claro)... lo que me dió la excusa perfecta, así que esta masa fue la base de mi tarta. En principio pensé que igual el chocolate no pegaba mucho, pero quedó riquíiiiiiiiiisima. Y el hecho de que la base sea casera, en vez de una mezcla de galletas desmigadas y mantequilla, que es lo que suele ser, se nota. Pero si no queréis complicaros y no os apetece encender el horno, siempre está esa opción.

Sobre la receta, en principio iba a basarme en la de la página de Philadelphia, pero al final la he versionado tanto que ni se parece. No lleva la misma base, he alterado las proporciones del relleno de queso, y en vez de mermelada lleva un espejuelo de fresa, porque es algo que aprendí en el curso y me apetecía practicar, porque además implica el montaje de una tarta al revés. 

El montaje al revés es muy útil si queremos un acabado más perfecto y liso para la capa superior. Tengo que admitir que a mí se me marcaron muchas rayitas, pero no es lo habitual, y siempre queda más bonito, brillante, transparente y liso que simplemente echando mermelada por encima.

Vamos con la receta de esta tarta. Vamos a utilizar un molde rígido desmontable de unos 18/20cm, de los que se le quita el suelo, y lo vamos a utilizar sin el suelo (solo la parte de la "pared").

Sobre la siguiente receta (de las cookies), he de decir que realmente para la base solo utilizaremos la mitad de la cantidad de masa, pero como sería medio huevo, pues he puesto la cantidad correspondiente a un huevo para no complicar a mis queridos lectores. Así, con la otra mitad haríamos cookies. De todas formas, siempre podéis coger un huevo, batirlo un poco, pesar la mitad y ponerlo en vuestra receta, ¡y perfecto! Pero vamos, que unas cookies no desagradan a nadie ;) 

Base de cookie con chips de chocolate, y cookies: 

Ingredientes: 150 gr de harina, 125 gr de mantequilla, 100 gr de azúcar, 50 gr de azúcar moreno, un huevo, 1/2 cucharadita de extracto de vainilla, 1/2 cucharadita de bicarbonato sódico, 1/2 cucharadita de sal, 170 gr de pepitas de chocolate, 50 gr de nueces picadas (opcional, yo no le puse).

Preparación: 1. Batimos la mantequilla con el azúcar blanco y el moreno hasta obtener una mezcla suave y cremosa.
2. Añadimos los huevos uno a uno, batiendo bien después de cada huevo.
3. Mezclamos la harina con la sal y el bicarbonato, la tamizamos y la añadimos a la mezcla en dos veces, mezclando hasta que todo esté integrado.
4. Añadimos entonces las pepitas de chocolate y las nueces picadas (esto era opcional), meaclando a mano hasta que estén repartidas uniformemente.
5. Dejamos reposar la masa en la nevera durante un mínimo de 12 horas (mejor de un día para otro).
6. Dividimos la masa en dos partes. Con la primera mitad, haremos las cookies: hacemos bolitas del mismo tamaño, y las colocamos en una bandeja de horno con papel de horno para evitar que se peguen. Ojo, hay que dejar tamaño entre las bolitas, que la masa se extiende mucho. Horneamos a 190º durante aproximadamente 8-10 minutos, y dejamos reposar en la bandeja un par de minutos, tras lo que las pasamos a una rejilla hasta que enfríen completamente. Con la segunda mitad, haremos la base de cookie gigante. Cogemos el mismo molde que vamos a utilizar para la tarta, le quitamos la base, y lo ponemos sobre una bandeja de horno forrada con papel de horno. Plantamos la masa dentro, y vamos extendiendo hasta cubrir todo el centro del molde.


El molde evitará que la galleta crezca desigual, y nos quede del tamaño justo de la base de la tarta. Igualmente, horneamos a 190º durante 8-10 minutos y dejamos reposar en la bandeja durante un par de minutos, tras lo que la pasamos a una rejilla a que termine de enfriar.

Terminada la base, limpiamos el molde porque vamos a prepararlo para el espejuelo. Para esto, hemos de forrarlo por uno de los lados con papel film, como se observa en la imagen.


Tiene que quedar tenso, porque sino hará arruguitas en el espejuelo. Damos la vuelta al molde, de forma que el papel film quede hacia abajo, y lo ponemos sobre una bandeja, que luego meteremos al frigorífico.


Vamos ahora a preparar el espejuelo.

Espejuelo de fresa:

Ingredientes: 200 gr de agua, 150 gr de fresas, 70 gr de azúcar, 8 gr de gelatina (en hojas o polvo).

Preparación: Batimos el agua, las fresas y el azúcar, lo colamos (para evitar que queden pepitas de fresa, que es muy incómodo) y ponemos la mezcla en un cazo. Llevamos a ebullición y retiramos. Esperamos un par de minutos a que haya templado, y mientras hidratamos la gelatina (si eran hojas, si era gelatina en polvo nos saltamos este paso), hasta que estén blandas. Añadimos entonces la gelatina a la mezcla, y movemos para que se disuelva. Vertemos el espejuelo sobre nuestro molde preparado con film, y colocamos, si queremos, láminas de fresas.


Lo metemos en el frigorífico. Al rato (depende el tiempo de lo grueso que sea el espejuelo y la temperatura de la nevera, pero unas 2h como mucho), el espejuelo se habrá vuelgo gelatinoso y ya estará listo. No lo sacamos del molde.

Relleno de queso Philadelphia: 

Ingredientes: 400 gr de queso crema (no hace falta que sea Philadelphia, ¡pero que no sea light!), 400 gr de nata para montar (o al menos con textura espesa), 50gr de azúcar y 6 gr de gelatina en hoja o polvo.

Preparación: Se pone a hervir la nata, el queso crema y el azúcar, y se mezcla hasta que la mezcla sea homogénea. Se quita del fuego, se cuela (si es necesario) y se añade la gelatina (si era en hojas, hace falta hidratarla previamente). Se mezcla hasta que se disuelva, y ya tenemos listo el relleno.

Volcamos el relleno caliente sobre el molde de la tarta en el que estaba el espejuelo ya gelatinoso (¡no antes!) y ponemos encima la cookie gigante. Si no cabe, igual es necesario recortar un poquito por los bordes. La ponemos encima y empujamos un poquito, aunque si queremos que se vea desde fuera no sumergimos del todo. Ahora ya casi está, la metéis en la nevera y hasta el día siguiente, que desmoldamos.

Notas:

1. Si no os queréis complicar con la cookie, coged la opción de la base que aparece en la receta de la página de Philadelphia, pero en este caso la tarta hay que montarla de abajo hacia arriba, y no al revés, como hacíamos en este caso. 

2. Importante sobre la gelatina: cuando decimos "retiramos del fuego y añadimos la gelatina", es porque si lo hiciésemos antes y la mezcla está aún hirviendo, nos cargamos la gelatina. Nunca hagáis hervir (ni congeléis) nada que lleve gelatina.

3. Si algo me ha enseñado Masterchef, es que con un cortapastas redondo casi todo queda mejor. Sino, mirad: ¡Todo mejora con un cortapastas redondo!