¡¡Torrijas para un jueves santo!! (Masterclass con mi padre)

 

¡¡Este fin de semana fui a mi primera Masterclass!! ¿De quién? Os preguntaréis. ¿Peggy Porschen? ¿Makiko Searle? ¡¡No!! ¡¡De mi padre!! 

Porque el fin de semana mi padre me impartió su famosa masterclass de Torrijas. Ahora que lo pienso, debería pedir título... porque ya he hecho mis primeras torrijas, ¡y no me han quedado nada mal! Vamos, que querría aquello de 

"Este diploma acredita que la Sra. Julia ***** **** ha cursado con aprovechamiento la Masterclass de Torrijas con D. Ramón ***** *********, a día de 22 de Marzo de 2013, en Toledo".

Pero eso será algo que ya hablaré con él. De momento, os traigo su receta de Torrijas. ¡¡La más rica de todas!! ¡¡La increíble!! ¡¡La inigualable!! ¡¡LA receta!!

Ingredientes:

 

- Una barra de pan especial para torrijas (500gr)*,

- Un litro de leche,

- 4 huevos XL (si son mas pequeños necesitaréis 5 o 6, pero eso lo podéis ir viendo sobre la marcha),

- La cáscara de un limón,

- Dos ramitas de canela,

- Una ramita de vainilla.

- 6 cucharadas de azúcar, y la cantidad que queráis para el almíbar (yo utilicé un vaso).

- Agua para el almíbar (la misma cantidad que de azúcar).

- Aceite para freír.

* El pan especial para torrijas lo venden en todos los supermercados estos días. De todas formas, creo que se puede utilizar pan normal, pero siempre será mejor la barra de tipo Candeal. En cualquier caso, el pan, tanto si lo compráis especial para torrijas o no, debe de estar durito, es decir, si veis que el pan que os han vendido está tierno tierno... pues a partirlo en rebanadas (si no está ya partido) y al día siguiente os ponéis. Sino, al mojarlo en la leche se ablanda demasiado y es fácil que se rompa... 

** Las cantidades de limón, vainilla y canela son orientativas, todo esto es al gusto.

Preparación: 1. Ponemos en un cazo la leche, la cáscara de limón, las seis cucharadas de azúcar, la ramita de vainilla y las dos ramitas de canela partidas por la mitad. Lo dejamos a fuego muy flojo, de forma que esté calentito pero que no llegue a hervir, todo el tiempo que queramos (yo lo tuve un par de horas). Cuanto más tiempo esté, más sabor cogerá la leche y más sabor tendrán luego nuestras torrijas. 

2. Cuando nos cansemos de esperar, lo quitamos del fuego y lo dejamos enfriar. Esto es importante, si hacemos las torrijas con la leche caliente se ablandarán demasiado y se romperán.

3. Retiramos la canela, la vainilla y el limón, y ponemos la leche en un plato hondo (lo que quepa, según se gaste iremos rellenando). En otro plato hondo, batimos los huevos (si no caben todos, pues los que quepan, y según se gasten añadiremos más). Preparamos un platito hondo o una fuente y no ponemos nada en ella. Ponemos un dedo y medio de aceite en una sartén y la ponemos al fuego.

4. Y ahora, en plan cadena de montaje. Cogemos una rebanada de pan, la mojamos en la leche, dejamos que absorba bien, y cuando esté bien mojada la pasamos a escurrir a ese plato/ fuente vacía, y la dejamos inclinada sobre el borde para que escurra ella sola la leche sobrante. Cuando haya escurrido un poco, la pasamos por el huevo batido y a la sartén, hasta que se dore. Y así con todas. Leche, escurrir, huevo, freír, leche, escurrir, huevo, freír... Mientras se fríen unas, vais pasando las otras por la leche y el huevo, y así todo el rato. El aceite tiene que estar caliente, pero no demasiado para que no se queme. 

¡¡Y ya está!! Torrijas doraditas para merendar. Animaros, que están muy buenas y son fáciles fáciles.