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viernes, 2 de enero de 2015

Sopa de almendras.


Comienzo el año con una nueva actualización navideña: sopa de almendras. Este es un postre que descubrí hace un par de años, pero probé una versión algo peculiar, tanto que, según algunos, no era una auténtica sopa de almendras. Este año por fin la he vuelto a probar, una versión más clásica, y me he animado a hacerla. Súper facil y no muy pesada, lo que se agradece con todas las comilonas de estos días. 

La receta: 


Tiempo: 30 minutos.

Dificultad: fácil.

Ingredientes: 250gr de pasta de almendras (se compra en las pastelerías y supermercados), una ramita de canela (o canela en polvo), un litro de leche, 88gr de pan en rodajas finitas, la cáscara de dos limones y unas hojas de menta, para decorar.

Preparación: ponemos la leche en un cazo y añadimos la ramita de canela (o canela en polvo) y la cáscara de los dos limones (al pelar los limones, hay que intentar no pelar la parte blanca, ya que amarga, y quedarnos con una capa muy finita). Lo ponemos a fuego medio y lo dejamos infusionar unos minutos. Cuando ya notemos que la leche ha cogido el aroma del limón y la canela, retiramos las cáscaras y la ramita, llevamos la leche a ebullición y añadimos la pasta de almendras en trozos pequeños. Movemos hasta que se disuelva completamente, y a fuego bajo dejamos espesar la sopa diez minutos. Añadimos el pan y lo dejamos un par de minutos más. Servimos acompañada de unas hojitas de menta para decorar.

Sugerencia: tenía unas barritas de guirlache (podéis consultar aquí la receta), y probé a triturar media para tener un "topping" para echar por encima la sopa de almendras (al fin y al cabo, son caramelo y frutos secos molidos). Para los más golosos, está genial.



¡Hasta el próximo post!

miércoles, 31 de diciembre de 2014

¡Guirlache de fin de año!


Me prometí a mí misma al hacer el post de las galletas para colgar del árbol que actualizaría otra vez antes de que acabase el año (el año según vuestro calendario, ya que según cuento yo los días, pasan hacia atrás y vamos ya por mediados de octubre). Y aquí estoy, con una actualización lo más navideña que he podido: ¡guirlache!


Estas navidades estoy súper emocionada con el guirlache... no hace falta horno, se tarda nada en hacerlo, y queda precioso con un poquito de papel de celofán. Para regalar es muy lucido, y a casi todo el mundo le gustan el caramelo y los frutos secos, por lo que es una apuesta casi segura. 


Tan tan encantada que, aún con el poco tiempo que tengo, he hecho tres tandas de guirlache: una de guirlache de almendras y pasas, una de almendras con avellanas y pasas, y otra de almendras con nueces y pasas. Podéis ponerle los frutos secos que más os gusten: todo vale. Ahora, cuidado, porque casi todos los que venden en los supermercados son fritos y/o con sal. ¡Queremos frutos secos CRUDOS!


Receta:


Ingredientes  (para unas 20 barritas): 550gr de frutos secos, un puñado de pasas (esto es que es al gusto) y 650gr de azúcar.

Preparación: 1. En una sartén, tostamos los frutos secos (cuando empiecen a oler a tosadito los sacamos), y los reservamos. 

2. Pensamos en qué superficie extenderemos el guirlache. Es importante pensarlo antes, porque luego solidifica rápido y no hay tiempo, y con prisas podemos quemarnos (y el caramelo quema muuuuucho). Cuidado, que además de quemar, el caramelo funde casi todo. Yo lo hago sobre una bandeja de horno dada la vuelta, de modo que quede espacio entre la superficie y la encimera. Ponemos una capa de papel de horno, y dejamos otra cortada a mano, que pondremos sobre el guirlache.

3. En un cazo, ponemos el azúcar a fuego bajito, hasta que se derrita (moviendo de vez en cuando para que se funda también por arriba). Cuando tengamos un caramelo lisito lisito, incorporamos los frutos secos y las pasas. Removemos hasta que esté todo bien mezclado (hay que ser un poco ágil, porque esto empieza a solidificar rápido). Ya tenemos el guirlache, solo falta darle forma.

4. Volcamos la mezcla sobre la superficie en la que hemos puesto el papel de horno, y ponemos la o tra lámina de papel de horno encima. Con un rodillo, alisamos por encima del papel de horno, intentando que quede una gran "tableta" de guirlache con forma triangular, para que haya los menores recortes posibles, ya que querremos hacer barritas (¡cuidado con quemarse!). Cuando ya esté alisado, y haya solidificado un poco, retiramos la capa superior de papel de horno. Con un cuchillo, vamos cortando las barritas de guirlache. Cuando esté casi sólido, podremos ayudarnos con una tijera, pero antes no, ya que se doblará (¡y quema! No digáis que no lo repito... ¡luego no quiero quejas de que os habéis quemado!)
Id despegando el papel de horno de la capa de abajo según cortéis las barritas, que luego es más difícil.

Y ya tenemos las barritas de guirlache. Hay que dejarlas enfriar completamente antes de empaquetarlas o de comérnoslas (¡que queman! por si no lo había dicho...).


Un celofán bonito, y perfectas para regalar. Nada más por este año, así que aprovecho para desearos un 2015 muy dulce y lleno de cositas que hornear. ¡Hasta pronto!

martes, 20 de agosto de 2013

Muffins de chocolate, bizcochos ligeros (y de soletilla) y un perrito modelado.


Hoy, ¡¡una actualización llena de cositas!! La primera, contaros que he hecho unos ricos muffins de chocolate. Bueno, los hice hace ya más de una semana, pero es que tengo muy poquito tiempo para actualizar, tengo entre manos algo grande... (¡¡muuuy grande!!) que pronto veréis por el blog. A lo que iba: de los muffins no hay receta porque se la he cogido prestada a Alma, del blog Objetivo Cupcake, uno de mis ídolos bloggeros (aquí podéis ver su post, receta incluída). 



La segunda, y más práctica, es contaros qué es y cómo hacer un bizcocho ligero


Por bizcocho ligero se entiende el bizcocho más sencillo y con menos ingredientes del mundo. Solo lleva harina, azúcar y huevos. No lleva grasa (ni mantequilla, ni aceite, ni manteca) ni levadura, deberemos de basarnos únicamente en el huevo para dar volumen al bizcocho. Hay que ser pacientes y a la vez ágiles, y el resultado es un bizcocho muy aireado, de sabor muy suave y que pesa muy poquito. 


Receta de bizcocho ligero

Los ingredientes son fáciles de recordar: por cada huevo, 25gr de azúcar y 25gr de harina. (Yo hice un bizcocho de 3 huevos, 75gr de azúcar y 75gr de harina en un molde de plumcake).


Sobre la preparación

1. Antes de empezar, ponemos a precalentar el horno a 180º y engrasamos y enharinamos el molde que vayamos a utilizar, o lo forramos de papel de horno. Tamizamos la harina y la reservamos. 

2. Ponemos los huevos en un bol grande (bastante, bastante grande...) y los montamos. Para esto hace falta una batidora de varillas o mucha paciencia (infinita paciencia) y mucho, mucho músculo en el brazo derecho (o izquierdo, si sois zurdos). Si vais a hacerlo a mano podéis montar las claras y las yemas por separado (así las claras pesan menos y será más rápido) y luego incorporar las yemas a las claras con cuidado de que no pierda mucho volumen. ¿Cuándo paramos de batir los huevos? Cuando podamos escribir con la masa que caiga de las varillas un ocho, y que no se nos "funda" por el camino (cuando lo terminemos se fundirá, eso es inevitable). Entonces los huevos están en su punto. 

3. Ahora, y sin dejar de batir, incorporamos poco a poco el azúcar, en forma de lluvia, intentando no perder volumen. Cuando el azúcar esté integrado, SOLTAMOS LAS VARILLAS. No nos equivoquemos y pasemos al paso siguiente con varillas, que estropeamos el bizcocho. 

4. Cogemos una espátula de goma (o una "lengua de gato"), si es grandecita mejor, pero si no también vale con una pequeña. Espátula en mano, vamos incorporando poco a poco la harina con movimientos envolventes, para no perder volumen en la masa. Hay que ser rápidos, e incorporar la harina en el menor tiempo posible, pero con cuidado de hacer siempre movimientos envolventes y de que no queden grumos en la masa, ni restos de harina en el mango de la espátula o en los bordes del bol. 

5. Echamos la masa en el molde que habíamos preparado, echamos un poquito de azúcar (no demasiado, que sino haría costra y no subiría) y horneamos a 180º hasta que comience a dorarse y al pinchar con un palillo, éste salga seco. 


Y ya está. Hay una cosa que me hace mucha gracia de este bizcocho, y es que cuando está en el horno... ¡¡huele a tortilla!! ¡¡lo juro!! A tortilla francesa, para ser más exactos. Qué gracia me hace esto... ¡¡no puedo evitarlo!!

Una última nota sobre los bizcochos ligeros: la masa es exactamente la misma que para los bizcochos de soletilla. Para estos, es especialmente importante que no perdamos nada de volumen en el huevo. Para hacerlos, habríamos introducido la masa en una manga pastelera, y habríamos trazado tiras sobre una bandeja de horno cubierta con papel vegetal, habríamos echado un poquito de azúcar (no demasiado, que sino haría costra y no subiría) y habríamos horneado hasta que empezasen a dorarse. 

Y ahora sí, la última cosa que os quería enseñar. Una foto del perrito que hice en mi curso de modelaje en la tienda La galleta prometida. La foto no es la mejor ni mucho menos (¡¡perdonadme!!) y el pobre tiene una orejilla manchada de azúcar glas. En mi defensa, diré que modelar es mucho más difícil de lo que pensé. Tres horas y pico nos tiramos para hacer el perro... 


Esto es todo por hoy. ¡Hasta la próxima!

domingo, 4 de agosto de 2013

Trabajando las bases: pasta choux (¡y profiteroles de nata!)


Esta actualización no es de las más bonitas que vais a ver, pero sí de las que tiene más miga (aunque no por la pasta choux, porque los profiteroles resultantes tienen de todo menos miga, que son huequitos huequitos!). Hoy vamos a ver lo que es la pasta choux (y sus múltiples utilidades). 

Pasta choux. 

 

La pasta choux es un tipo de masa escaldada, y como su propio nombre indica, masa escaldada es toda aquella en la que en algún momento interviene el agua hirviendo. Es la pasta base que se utiliza para múltiples recetas, entre las que se encuentran los profiteroles, los bocaditos de nata, los roscos lioneses, los buñuelos... dependiendo de las formas que hagamos con la masa y de si ésta después se fríe o se hornea, irá dando forma a unas o a otras recetas.

En este caso vamos a hacer profiteroles de nata. La diferencia entre los profiteroles de nata y los bocaditos de nata es simplemente que los bocaditos de nata van abiertos por la mitad y los profiteroles se rellenan por un agujerito, de manera que luego no se ve por dónde fueron rellenados. Por lo tanto, esta receta también os vale como receta de bocaditos de nata. Vamos primero con la receta y la forma de preparación de la pasta choux. 

Receta de profiteroles o bocaditos de nata:

Ingredientes: 250gr de agua, 100gr de manteca de cerdo o mantequilla, 150gr de harina, 4-5 huevos, sal. Para la nata: 250gr de nata para montar, 125gr de azúcar (o menos, si no os gusta muy dulce), aroma de vainilla (opcional).

Preparación: 1. Poner al fuego el agua con la manteca o mantequilla y una pizca de sal. Tamizar en un bol aparte la harina.
2. Cuando rompa a hervir y la grasa se haya derretido, retirar del fuego y añadir de golpe la harina tamizada. Moviendo sin parar, volver a poner al fuego hasta que se forme una bola que se despegue de las paredes. Trasladar la masa a un bol frío (sino, el cazo caliente haría que se siguiese cocinando) y dejar entibiar. Cuando podamos sostener la bola en la mano sin tener que soltarla de golpe por que queme demasiado, será el momento de pasar al paso siguiente. 
3. Ir añadiendo los huevos ligeramente batidos de uno en uno. No añadir otro huevo hasta que el anterior se haya incorporado por completo. Pararemos de añadir huevo cuando quede una masa lisa y brillante y que al caer forme una cinta. Si tenemos dudas o creemos que falta muy poco huevo, iremos añadiendo huevo de medio en medio. Deberíamos conseguir la consistencia adecuada con 4 o 5 huevos. Cuidado con pasarse, o la masa será tan líquida que no podremos manejarla con la manga. 
4. Meter la pasta en una manga con boquilla rizada (o lisa) y formar piezas redondas de unos 2,5cm de diámetro. Cuidado con ponerlas muy juntas, la pasta choux crece muchísimo. Pintar la superficie con huevo batido y hornear a 200º (sin aire) unos 15 minutos, o hasta que empiecen a dorarse. No debe abrirse el horno durante la cocción porque bajarían, y esta masa cuando baja ya no vuelve a subir (detalles al final del post, en  el apartado "curiosidades").
5. Pasado el tiempo de cocción abrir el horno y reposar dentro los bocaditos con el horno apagado para que terminen de secarse. Si lo hemos hecho bien, serán redonditos, y por debajo, lisos. Si hemos fallado en algo (los motivos pueden ser muy diversos: demasiada cocción en el cazo, poca cocción...) por debajo tendrán una "montañita" hacia dentro, de forma que no se podrán rellenar. Así es como deben de quedar por encima y por debajo.


6. Montamos la nata con una batidora de varillas (o con varillas de mano y mucha paciencia). Para montar la nata, ésta debe estar siempre muy fría, a ser posible recién sacada del frigorífico. Si el bol donde vamos a montarla ha estado también un rato en el frigorífico o incluso en el congelador, mucho mejor. Cuando esté bien montada, añadimos el azúcar a lluvia, y la esencia de vainilla (opcional).

Montaje: Para los bocaditos de nata, abrimos los bocaditos por la mitad con un cuchillo, y los rellenamos de nata con una manga pastelera con boquilla rizada. Si lo que queremos es hacer profiteroles, nos ayudaremos de una manga pastelera con boquilla de relleno (las boquillas de relleno son unas finitas y alargadas, con las que podemos "pinchar" el bocadito para hacerle un agujero, y por ahí rellenar), y ponemos el agujerito hacia abajo. 

Curiosidades sobre la pasta choux 

 

Cuando echamos la harina de golpe en el agua hirviendo (junto con la manteca/mantequilla) y esta masa se convierte en una masa homogénea, lo que hemos conseguido es una masa que está formada en su mayor parte por agua. Al hornear los profiteroles, este agua se convierte en vapor, e intenta salir, empujando las paredes del profiterol hacia fuera. Esto explica que el profiterol se hinche tanto, y que por dentro sea hueco. También explica el motivo por el que es tan importante no abrir el horno cuando los profiteroles aún no están hechos. Abrirlo cuando la masa está aún tierna implicaría que ese vapor salga del profiterol, y el profiterol baje. Cuando baja, la pared de arriba se pega a la de abajo, y por eso no se volverá a inflar aunque lo metamos de nuevo al horno.

Acabo con una última foto. Si hubiésemos querido hacer algún dulce tipo rosco, podríamos haber hecho una circunferencia de pasta choux con la manga, y tendríamos el rosco listo para rellenar. Están muy ricos rellenos de nata y cubiertos de caramelo y crocante de almendra...

Y una última observación: La pasta choux también queda riquísima con rellenos salados. Mousse de paté, guacamole... ¡¡hasta ensaladilla!! Casi todo va bien, así que ¡echadle imaginación! 

martes, 16 de julio de 2013

Minitarta de frambuesas, cerezas y nata, y minibrownies con cereza.


Aquí tenéis los postres que hice para celebrar mi cumpleaños (¡por enésima vez!) este fin de semana. Una minitarta de frambuesas, cerezas y nata, y unos minibrownies con cereza (¡que es temporada de cerezas y hay que aprovecharlo!). 

Mal está que lo diga yo, pero la tarta estaba rica rica :) Un clásico, nata y frutos rojos, hay poca gente que pueda decir algo en contra de los ingredientes. Una apuesta segura, vaya. En este caso la decoración es más clásica, imitando a las pastelerías de toda la vida. Acabado lisito, y manga pastelera con boquilla de estrella. ¡Sencillo sencillo!


De los brownies, pues qué decir, que en mi cumpleaños no puede faltar el chocolate. ¡Con un poquito de helado de vainilla están de muerte!


Ahora sí, las recetas: 

Minitarta de frambuesas, cerezas y nata (¡¡Receta mía!!)

Ingredientes (todo para una minitarta, si queréis una más grande, duplicad las cantidades): 

Para el bizcocho: 50g de mantequilla ablandada, 75g de azúcar, 1 huevos, 90g de harina, 1/2 cucharadita de levadura en polvo, 25ml de leche, aroma de vainilla al gusto (opcional), 

Para el relleno: dos puñados de cerezas y un bote de mermelada de frambuesas.

Para la decoración: 300gr de nata para montar, 100gr de azúcar y unas cuantas cerezas enteras deshuesadas.

Para el almíbar: media tacita de agua y media tacita de azúcar. 


Preparación

Comenzamos con el bizcocho: Precalentar el horno a 175ºC. Batir la mantequilla y el azúcar hasta obtener una crema. Incorporar los huevos, de uno a uno y sin dejar de batir. Mezclar la harina con la levadura, y poco a poco, y de forma alterna con la leche, incorporar la mezcla a la crema. Incorporar el aroma. Engrasar con mantequilla y enharinar el molde, y echar la masa de bizcocho. Hornear hasta que al pinchar con un palillo éste salga seco. 

Mientras se hace el bizcocho, hacemos el almíbar. Para ello, hay que poner en un cazo la media tacita de agua junto con la media tacita de azúcar. Encendemos el fuego, y cuando rompa a hervir esperamos un minuto y retiramos. Lo dejamos enfriar completamente antes de usarlo. 

Cuando el bizcocho esté hecho, lo sacamos del horno y tras un par de minutos que asiente, desmoldamos y lo dejamos enfriar por completo sobre una rejilla. Cuando se haya enfriado, lo cortamos en tres capas. 

Comenzamos a montar la tarta: colocamos la primera capa de bizcocho sobre el plato o la base en la que queramos servir la tarta. Lo pintamos con el almíbar, y ponemos una capa de mermelada de frambuesas y la mitad de las cerezas para el relleno, deshuesadas y partidas por la mitad. Ponemos la siguiente capa de bizcocho, y repetimos el proceso (almíbar, mermelada, la otra mitad de las cerezas). Ponemos la tercera capa y pintamos con almíbar.

Montamos la nata con el azúcar. Para que monte bien, la nata debe de estar fría, y si el bol o vaso de batidora en el que la vamos a montar ha estado un rato en el frigorífico, mejor. Sobre el punto de la nata: tiene que estar durita para que no se baje, pero si tenéis un robot o máquina que monta solo, no lo dejéis y os olvidéis de mirarlo, porque la nata se corta. En cuanto veamos que esté, hay que parar de batir y meterla al frigorífico hasta que la vayamos a usar para que no baje. 

Cubrimos la tarta con la nata con la ayuda de una espátula, con cuidado para no manchar la nata de mermelada (debemos reservar un poco de nata para los adornos finales). Intentamos que quede más o menos lisa, y como acabado final (solo como acabado final, sino derretiremos la nata) calentamos una espátula bajo el grifo de agua caliente, y tras secarla la pasamos sobre la tarta, primero por los lados y luego por arriba, siempre de fuera hacia dentro. Una vez que tengamos la tarta cubierta de nata bien lisita, ponemos la nata restante en una manga pastelera con boquilla de estrella, y hacemos unos rosetones arriba (haciéndola girar de dentro hacia fuera, trazando una espiral) y unas estrellitas en la base (apoyanmos la manga de forma perpendicular a la tarta, y sin moverla, apretamos un poquito; cuando se haya formado la estrella, dejamos de apretar y nos retiramos hacia atrás). Terminamos la decoración con las cerezas enteras deshuesadas. 


Para los minibrownies con cereza, me remito a la receta de brownie que ya dí en esta actualización, pues es la misma pero poniendo una cereza encima de cada minibrownie antes de meterlos en el horno. 


¡¡Fin!! Hasta pronto ;)

sábado, 6 de julio de 2013

Tarta de queso philadelphia con base de cookie gigante.


Esta es una receta que llevaba tiempo queriendo hacer. Fácil, rápida, pocos ingredientes y en principio no requiere horno (Sí lo requiere si queréis hacer la base más rica, pero en principio no hace falta). 

Me animé a hacerla porque el último día de mi curso (actualizaciones de mi curso aquí, aquí y aquí) volví con un tupper de masa de cookies con chips de chocolate (masa sin hornear, claro)... lo que me dió la excusa perfecta, así que esta masa fue la base de mi tarta. En principio pensé que igual el chocolate no pegaba mucho, pero quedó riquíiiiiiiiiisima. Y el hecho de que la base sea casera, en vez de una mezcla de galletas desmigadas y mantequilla, que es lo que suele ser, se nota. Pero si no queréis complicaros y no os apetece encender el horno, siempre está esa opción.

Sobre la receta, en principio iba a basarme en la de la página de Philadelphia, pero al final la he versionado tanto que ni se parece. No lleva la misma base, he alterado las proporciones del relleno de queso, y en vez de mermelada lleva un espejuelo de fresa, porque es algo que aprendí en el curso y me apetecía practicar, porque además implica el montaje de una tarta al revés. 

El montaje al revés es muy útil si queremos un acabado más perfecto y liso para la capa superior. Tengo que admitir que a mí se me marcaron muchas rayitas, pero no es lo habitual, y siempre queda más bonito, brillante, transparente y liso que simplemente echando mermelada por encima.

Vamos con la receta de esta tarta. Vamos a utilizar un molde rígido desmontable de unos 18/20cm, de los que se le quita el suelo, y lo vamos a utilizar sin el suelo (solo la parte de la "pared").

Sobre la siguiente receta (de las cookies), he de decir que realmente para la base solo utilizaremos la mitad de la cantidad de masa, pero como sería medio huevo, pues he puesto la cantidad correspondiente a un huevo para no complicar a mis queridos lectores. Así, con la otra mitad haríamos cookies. De todas formas, siempre podéis coger un huevo, batirlo un poco, pesar la mitad y ponerlo en vuestra receta, ¡y perfecto! Pero vamos, que unas cookies no desagradan a nadie ;) 

Base de cookie con chips de chocolate, y cookies: 

Ingredientes: 150 gr de harina, 125 gr de mantequilla, 100 gr de azúcar, 50 gr de azúcar moreno, un huevo, 1/2 cucharadita de extracto de vainilla, 1/2 cucharadita de bicarbonato sódico, 1/2 cucharadita de sal, 170 gr de pepitas de chocolate, 50 gr de nueces picadas (opcional, yo no le puse).

Preparación: 1. Batimos la mantequilla con el azúcar blanco y el moreno hasta obtener una mezcla suave y cremosa.
2. Añadimos los huevos uno a uno, batiendo bien después de cada huevo.
3. Mezclamos la harina con la sal y el bicarbonato, la tamizamos y la añadimos a la mezcla en dos veces, mezclando hasta que todo esté integrado.
4. Añadimos entonces las pepitas de chocolate y las nueces picadas (esto era opcional), meaclando a mano hasta que estén repartidas uniformemente.
5. Dejamos reposar la masa en la nevera durante un mínimo de 12 horas (mejor de un día para otro).
6. Dividimos la masa en dos partes. Con la primera mitad, haremos las cookies: hacemos bolitas del mismo tamaño, y las colocamos en una bandeja de horno con papel de horno para evitar que se peguen. Ojo, hay que dejar tamaño entre las bolitas, que la masa se extiende mucho. Horneamos a 190º durante aproximadamente 8-10 minutos, y dejamos reposar en la bandeja un par de minutos, tras lo que las pasamos a una rejilla hasta que enfríen completamente. Con la segunda mitad, haremos la base de cookie gigante. Cogemos el mismo molde que vamos a utilizar para la tarta, le quitamos la base, y lo ponemos sobre una bandeja de horno forrada con papel de horno. Plantamos la masa dentro, y vamos extendiendo hasta cubrir todo el centro del molde.


El molde evitará que la galleta crezca desigual, y nos quede del tamaño justo de la base de la tarta. Igualmente, horneamos a 190º durante 8-10 minutos y dejamos reposar en la bandeja durante un par de minutos, tras lo que la pasamos a una rejilla a que termine de enfriar.

Terminada la base, limpiamos el molde porque vamos a prepararlo para el espejuelo. Para esto, hemos de forrarlo por uno de los lados con papel film, como se observa en la imagen.


Tiene que quedar tenso, porque sino hará arruguitas en el espejuelo. Damos la vuelta al molde, de forma que el papel film quede hacia abajo, y lo ponemos sobre una bandeja, que luego meteremos al frigorífico.


Vamos ahora a preparar el espejuelo.

Espejuelo de fresa:

Ingredientes: 200 gr de agua, 150 gr de fresas, 70 gr de azúcar, 8 gr de gelatina (en hojas o polvo).

Preparación: Batimos el agua, las fresas y el azúcar, lo colamos (para evitar que queden pepitas de fresa, que es muy incómodo) y ponemos la mezcla en un cazo. Llevamos a ebullición y retiramos. Esperamos un par de minutos a que haya templado, y mientras hidratamos la gelatina (si eran hojas, si era gelatina en polvo nos saltamos este paso), hasta que estén blandas. Añadimos entonces la gelatina a la mezcla, y movemos para que se disuelva. Vertemos el espejuelo sobre nuestro molde preparado con film, y colocamos, si queremos, láminas de fresas.


Lo metemos en el frigorífico. Al rato (depende el tiempo de lo grueso que sea el espejuelo y la temperatura de la nevera, pero unas 2h como mucho), el espejuelo se habrá vuelgo gelatinoso y ya estará listo. No lo sacamos del molde.

Relleno de queso Philadelphia: 

Ingredientes: 400 gr de queso crema (no hace falta que sea Philadelphia, ¡pero que no sea light!), 400 gr de nata para montar (o al menos con textura espesa), 50gr de azúcar y 6 gr de gelatina en hoja o polvo.

Preparación: Se pone a hervir la nata, el queso crema y el azúcar, y se mezcla hasta que la mezcla sea homogénea. Se quita del fuego, se cuela (si es necesario) y se añade la gelatina (si era en hojas, hace falta hidratarla previamente). Se mezcla hasta que se disuelva, y ya tenemos listo el relleno.

Volcamos el relleno caliente sobre el molde de la tarta en el que estaba el espejuelo ya gelatinoso (¡no antes!) y ponemos encima la cookie gigante. Si no cabe, igual es necesario recortar un poquito por los bordes. La ponemos encima y empujamos un poquito, aunque si queremos que se vea desde fuera no sumergimos del todo. Ahora ya casi está, la metéis en la nevera y hasta el día siguiente, que desmoldamos.

Notas:

1. Si no os queréis complicar con la cookie, coged la opción de la base que aparece en la receta de la página de Philadelphia, pero en este caso la tarta hay que montarla de abajo hacia arriba, y no al revés, como hacíamos en este caso. 

2. Importante sobre la gelatina: cuando decimos "retiramos del fuego y añadimos la gelatina", es porque si lo hiciésemos antes y la mezcla está aún hirviendo, nos cargamos la gelatina. Nunca hagáis hervir (ni congeléis) nada que lleve gelatina.

3. Si algo me ha enseñado Masterchef, es que con un cortapastas redondo casi todo queda mejor. Sino, mirad: ¡Todo mejora con un cortapastas redondo!


viernes, 21 de junio de 2013

¡¡Primer cumpleaños de mi blog!!

¡¡Primer cumpleblog!! Sí, señoras y caballeros, niños y niñas, pasteleros y pasteleras del mundo... Hoy, mi blog, cumple un añito. Un año desde aquellas rositas de fondant, que fue la primera actualización. Algo más de un año ha pasado desde que descubrí el fondant, los cupcakes y todo esto de la repostería creativa. 

Y poco a poco, también ha ido interesándome la repostería en general, pasando por el roscón de reyes, las torrijas, la tarta de santiago... Y hoy, que hace un año el blog, estoy inmersa en un curso de pastelería. ¡¡Qué apropiado!! 

Así que qué mejor manera de celebrar mi primer cumpleblog que unas fotos de lo que he aprendido en este curso de pastelería. 

¡¡Que las disfrutéis!! :)

Magdalenas de aceite (y de mantequilla)

Brazo de gitano

Tarta Sacher

Tarta Massini

Pastel ruso

Tarta de limón

Tarta de manzana

Pasta choux (y profiteroles)

Parfait de caramelo

Brownie

Charlota de mango

Tarta de hojaldre de fresas y kiwi

Milhojas de crema, chantilly y merengue italiano

Banda de manzana

Y ya editaré esta actualización, porque me faltan dos días de curso, y en esos dos días, ¡¡otras dos recetas!! 

Espero que os haya gustado, y espero que dentro de un año haya aprendido tantas cosas o más como durante este primero... Y poder poner más, más y más recetas para vosotros. 

¡¡Gracias por leerme durante todo este año!!

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[Actualizado, 05/07/2013]

¡Este olvidé ponerlo!

Plum cake

Y las dos de la última semana:

Tarta Ópera


Tarta Selva negra.