viernes, 24 de mayo de 2013

¡¡He empezado un nuevo curso!!

¡¡He empezado un nuevo curso!! ¡¡He empezado un nuevo curso!! ¡¡Síiiiiiii!! Un curso "Básico de pastelería", que estoy haciendo en la Cámara de Comercio de Madrid. 

Un curso en el que por fin voy a poder perfeccionar mis bizcochos, mis rellenos y mis coberturas, mi crema de mantequilla... y mucho más, porque también voy a aprender muchas cosas que no sé. Por ejemplo, hoy he aprendido a hacer crema pastelera. 

("¡¿Cómo que no sabías hacer crema pastelera?! ¡¿Cómo puede ser eso?! ¡¿No te da vergüenza?! ¡¡Con lo fácil que es!!") Me parece oir por ahí... 

Pues si os digo que hoy he aprendido lo que es el azúcar invertido y cómo se hace, ¿a que no os reís tanto? Pues estas cosas y otras muchas son las que voy a aprender en mi curso, durante estas cinco semanas que me van a tener los martes y jueves tres horitas y media, que voy a estar bate que te bate y hornea que te hornea.

Dos días, solo dos dias que llevo, y estoy más feliz que un regaliz. He aprendido a hacer unas buenas magdalenas (¡pero buenas de verdad! ¡las de toda la vida, las de las abuelas, las de los pueblos, estas con el azuquitar por encima!), he aprendido a hacer crema pastelera, bizcochos de soletilla y brazo de gitano. He aprendido que las masas madre mueren si se les echa sal, que las vainas de vainilla pueden reutilizarse después de utilizarse, que la nata solo monta en frío, que un montón de claras no pueden montar por mucho empeño que le pongas si les ha caído una gotita de yema... y lo del azúcar invertido de hoy, que con eso ya voy a estar soñando hasta dentro de dos meses. ¡¡Qué cosas!! 

Y todo esto en una cocina que, después de la mía, es la mejor que he visto nunca. ¡¡Ese horno!! Ay... y todo lo que hay alrededor. Me quedaría ahí a vivir, abrazada a las espátulas y los enormes botes de levadura.


Aunque como eso no es posible me limitaré a apuntar todo lo que se diga y vea ahí en mi cuadernito, y releerlo, me gustaría decir que en las noches de insomnio porque es algo que queda muy poético, pero yo duermo como un lirón, así que tiraré de café o lo leeré de día.

En fin, que feliz, feliz, feliz de la vida, os dejo la receta de las magdalenas de aceite que hicimos el primer día. El resto de cosas (los bizcochos de soletilla y el brazo de gitano) vendrán en otra entrega, ¡¡dadme tiempo!! Aunque, de momento, os pongo también las fotos.

MAGDALENAS DE ACEITE: 


Ingredientes: 250gr de harina, 250gr de azúcar, 250gr de aceite de oliva suave, 5 huevos, 2 cucharaditas de levadura en polvo, la ralladura de medio limón. 

Preparación: 1) Blanquear los huevos y el azúcar (batir hasta que la mezcla se ponga más clarita). Añadir a chorro fino el aceite y después la ralladura de limón.

2) Tamizar la harina y la levadura y añadir a la mezcla con cuidado. 

3) Rellenar los moldes de magdalenas hasta los dos tercios, espolvorearlas con un poquito de azúcar por el centro (nunca cubrir toda la superfiie, se formaría una costra y las magdalenas no subirían) y hornear a 180º durante 15/20 minutos. 

¡¡Tacháaaaaaaaaaan!! 


Una foto de la cajita con las mini-magdalenitas para el trabajo.


Las fotos que acabáis de ver son las que hice yo en mi casa, pero os tengo que poner las que hicimos en el curso... ¡¡Las mías, las de la derecha!! 

2 comentarios:

  1. HMMMM!!!! Crema pastelera!!!! (me encanta)
    Creía que el azúcar invertido es cuando coges una bolsa de azúcar del revés sin querer y se cae todo XD

    ResponderEliminar
  2. Qué graciosillo Pablo... jaja
    yo hubiera dicho que el azúcar invertido era azúcar con pluma... jajajajajajajajajajja

    ResponderEliminar

¡Deja tu comentario! También pregunta tus dudas... responderé lo antes posible ;)